domingo, julio 23, 2006

El viaje de Zapatero (nunca mejor dicho...)


La que nos ha caído con ZP. Hoy en el País Semanal le han buscado un juntaletras, de nombre Juan José Millas, para hacer un perfil hagiográfico del primer ministro español(?¡) que nos humanize al personaje o que intente por lo menos encajar las distintas piezas de su "basta" personalidad y que el resultado sea creíble. Nos quieren hacer pensar que él sí se lo cree. Yo lo dudo. Mi antiguo jefe decía que prefería mil veces antes un cabrón a un tonto tras leer la entrevista a ver con que os quedaís. entrevista entera
Vaya sarta de lugares comunes y menuda empanada que tiene el presi. Vamos a comprobarlo amigos:


(...)No era todo: un columnista, apenas unos días antes de la fecha del fin del mundo, había escrito que la capacidad de Zapatero para el Mal (así, con mayúscula) carecía de límites; otro, que era un tontiloco al que atribuía sin embargo poderes especiales para acabar él solo con el Estado de derecho. Uno más lo comparó con Harry Potter, asegurando que vivía, junto a su mujer e hijas, rodeado de búhos. Alguien nos advirtió de que sus formas suaves ocultaban a un lobo sediento de sangre. Un profesor, no recordamos ahora mismo de qué materia, lo describiría como “un hombre resentido, simulador, visceral, con obsesiones políticamente inconfesables”. Rajoy, solo o en compañía de otros, había dicho de él una y otra vez que era un inconsistente, un tonto, un inútil, un bobo, un incapaz, un acomplejado, un cobarde, un prepotente, un mentiroso, un inestable, un desleal, un perezoso, un pardillo, un irresponsable, un revanchista, un débil, un arcángel, un sectario, un radical, un chisgarabís, un maniobrero, un indecente, un loco, un hooligan, un propagandista, un visionario, un chapucero, un excéntrico, un disimulador, un estafador, un agitador, un fracasado, un triturador constitucional, un malabarista, un mendigo de treguas, un traidor a los muertos… Había asegurado que no tenía programa, que no tenía equipo, que no tenía proyecto, que no tenía ideas, que no tenía agallas (el buen gusto le impedía añadir que no tenía pilila). Pese a tantas y tan graves carencias, se le atribuían empeños heroicos, como el de pretender ganar la Guerra Civil con setenta años de retraso.

El domingo anterior a este martes negro, una caricatura del diario El Mundo mostraba a Zapatero regando una planta (la de la paz) con las aguas fecales procedentes de una manguera que salía de una alcantarilla. La manguera estaba dibujada de tal forma que parecía al mismo tiempo la cola de una rata estratégicamente colocada en el cuerpo del presidente del Gobierno. Se sugería así que reinaba en las cloacas, como uno de los más célebres enemigos de Batman y de Robin. “Este presidente”, escribía un catedrático en Abc, “adolece de una inanidad intelectual indisimulable, casi espectacular”. Álex Vidal-Quadras, en La Razón, le atribuía el empeño de “resucitar el clima cainita de la II República”. Santos Juliá escribía en EL PAÍS: “Hay que mirar muy atrás para encontrar un presidente de pensamiento tan débil, pero tan rebosante de lo que, a falta de mejor definición, acostumbramos a llamar instinto de poder”. José García Abad atribuía a Felipe González la siguiente frase, referida a Zapatero: “Éste sigue con su idea… Que no pasa nada… Que no pasa nada… Y se nos cae el invento. Está loco…”.(...)

(...)Tras despedirlo a la puerta de su casa, un coche me llevó a la mía. En la radio había una tertulia de periodistas. Escuchándolos, daba la impresión de que quien había ganado el debate había sido Rajoy. Como tengo complejo de inferioridad, estuve a punto de dudar de mis sentidos. Al llegar a casa, en vez de acostarme, entré en Internet y revisé atentamente los titulares de la prensa de ese día y del anterior, advirtiendo de súbito la falta de apoyos mediáticos de Zapatero. Los periódicos de la derecha apoyaban sin excepción a Rajoy, intentando rebajar la magnitud de su descalabro, cuando no negándola, pero no había uno sólo que aplaudiera la actuación de Zapatero. Comparado con Aznar, que, además de manipular sin rubor los medios públicos, creó con el dinero de todos los españoles un gigantesco grupo mediático a su servicio,


Zapatero se encontraba, desde el punto de vista mediático, desnudo. En parte, por voluntad propia, pues ni siquiera había intentado utilizar los medios públicos, como si no los quisiera o no diera importancia a su influencia.

Esto puede chocar con una idea muy instalada según la cual hay una prensa que es mera correa de transmisión de sus iniciativas, pero basta repasar con cierta objetividad los titulares de estos dos años, así como los artículos de opinión, para comprobar lo que decimos. Hay, desde luego, unos medios que están más cerca de los planteamientos del PSOE que de los del PP, pero la figura de Zapatero no goza, ni de lejos, de los favores de los que gozó en su día Felipe González ni de los que disfrutó Aznar(...)

Ahora llega lo bueno

(...) Por lo demás, estaba alegre, descansado, bromeando sobre sí mismo con aciertos surrealistas.
–Hoy me he levantado delgado –dijo– porque ayer nadé mucho y cené poco.
Como no había manera de que se comportara como un mito para darme una satisfacción y resolverme de paso el reportaje, le pregunté cómo se defendía del proceso de mitificación al que estaba siendo sometido por sus adversarios, pero también por la gente más cercana a él, que lo adoraba. Me dijo que no corría ningún peligro de creerse las exageraciones de los amigos ni las de los enemigos, que eso les ocurría a los que tenían más pasión por el poder que por la política.
–Pero mi pasión –añadió– es la política, no el poder.
–¿Eso explica también su relación con los medios? –le pregunté tras hacerle partícipe de mis conclusiones (y de las de Torres Mora).
–En parte, sí. Los medios son una forma de hacer política desde el poder, porque quieren poder, pero no quieren transformar la sociedad. ¿Tienen los medios alguna vocación transformadora, de cambio? Tiene mucho más afán de cambio la ciudadanía. Por eso, yo trabajo cada día más pensando en los ciudadanos que en los periodistas, tanto en mi forma de actuar como en la de comunicar. Y esto constituye un acto de fe democrática.


La fe en la democracia informa cada acto de mi vida. La idea es que mandan los ciudadanos. En mi campaña electoral dije varias veces que me proponía quitar poder a los poderosos y entregárselo a los ciudadanos, y a eso es a lo que me dedico.

El único poder que tiene el 90% de los ciudadanos es su voto, cada cuatro años. Los poderosos, en cambio, votan todos los días. Y esta convicción hay que llevarla a todas partes(...)

(...)–Yo –está diciendo ahora– procuro cumplir cada día mi compromiso con los ciudadanos porque eso es lo único que me preocupa. De hecho, el grado de cumplimiento de nuestro programa, cuando termine la legislatura, va a ser espectacular. Ya lo es a dos años vista. Quizá el grado de reconocimiento de los medios no esté a la altura del grado de cumplimiento, pero a mí me parece bien que sea así, porque no estamos aquí para que los medios nos halaguen, sino para cumplir el mandato de los ciudadanos. A veces, en el Consejo, algún ministro se queja de que los telediarios de TVE no nos tratan bien. Y yo les digo que hemos ganado las elecciones para esto, para que los telediarios de la televisión pública sean, al fin, independientes. Si quieres que te traten mejor, hazlo mejor.


A mí las satisfacciones más grandes no me las producen los aplausos, sino el hecho de ver a los demás felices.

Un hombre en el poder no es un hombre en su destino. Lo que importa es el destino del país al que sirve.

En eso consiste la visión republicana de la vida. La norma es muy sencilla: austeridad con uno mismo y generosidad con los demás.


Al observar que está El Mundo entre los periódicos que acaba de hojear, le pregunto si no le ha molestado la caricatura citada más arriba, en la que se le tacha de rata de albañal.
–En absoluto. Estas cosas no me llegan –asegura sonriendo–. Y cuanto más alejadas están de la realidad, menos me llegan(...)

(...) Pero mi padre ya votó al PSOE en el 77. Marx es un extraordinario pensador y un excelente analista del capitalismo. Pero le falta reflexión sobre la democracia. El monopolio económico produce efectos negativos.


El origen de la izquierda se encuentra en los valores de la Revolución Francesa, que es una revolución ciudadana porque se enfrenta a quienes en esos momentos monopolizan el poder: la nobleza y el campesinado. De ahí salen todos los valores de la izquierda.

Lo malo es que habitualmente se piensa más en términos de poder que de democracia. Quienes piensan que al poder se puede llegar de cualquier manera (a través de la lucha armada, por ejemplo) también piensan que se puede ejercer de cualquier manera. Y eso no puede ser. El Muro de Berlín fue un argumento excelente para la derecha. Era tan bueno que Berlusconi todavía lo utilizó en las últimas elecciones.

Ahora la derecha no tiene fantasmas con los que azuzarnos para ejercitar el poder. Por eso utiliza a Bin Laden. Pero nadie se cree que Bin Laden pueda debilitarnos tanto.

No tiene el poder que había al otro lado del Muro. Lo que da fuerza a un proyecto democrático es la transparencia, la deliberación democrática, el debate. El poder tiene que tener todos los controles del mundo. Cuantos más controles tenga, mejor. Por eso puse tanto empeño en dar libertad a los medios públicos Ahora bien, yo creo que los medios deberían aportar más ideas de cambio. Aportan poco en esa dirección. Y se equivocan, porque un medio de comunicación puede dar muchas satisfacciones a los suyos, pero carecer de influencia social(...)
No gané el congreso de mi partido por ser José Luis Rodríguez Zapatero, sino porque había llegado el momento de los Zapateros. Pues bien, ahora ha llegado el momento de desatar este nudo.


Si a esa certeza le pones unas gotas de sentido común y de intuición (y esto se da por descontado en una persona muy bregada políticamente como yo), lo normal es que las cosas salgan bien(...)

(...)–Soy psicológicamente muy distinto a Aznar o a Felipe González. Me veo, una vez que termine esta etapa, tranquilo, trabajando para el Consejo de Estado, ayudando en lo que pueda y, sobre todo, dando algunas clases a los alumnos de Políticas, para decirles la verdad sobre este mundo(...)

(...)Zapatero ganó el debate sobre el estado de la nación celebrado los días 30 y 31 de mayo. Según la encuestas del CIS, a la pregunta de quién cree usted que ganó el debate, el 50,2% de los encuestados respondió que Zapatero, frente al 14,3%, que atribuyó la victoria a Rajoy. Una goleada que los medios no reflejaron al día siguiente ni de lejos. El 18 de junio, el pueblo catalán dio al Estatuto un sí abrumadoramente mayoritario con una participación escasa, aunque superior a las de otras consultas de este tipo. Y el 29 de junio, por fin, Zapatero anunció en el Congreso el comienzo de las conversaciones con ETA. No le cabía en la cabeza, me había dicho, que hubiera una fuerza política que no quisiera participar en este esfuerzo por acabar con la violencia. No podía entenderlo y siempre tuvo la esperanza de recuperar a Rajoy. Por ello demoró el anuncio, aunque lo llevó a cabo dentro del mes de junio, como había prometido el día de nuestro primer encuentro, en el mitin de Barakaldo.

Para no subrayar la soledad de Rajoy en aquel momento histórico, hizo el anuncio en una comparecencia ante la prensa, en vez de en el hemiciclo, y ordenó a su gente que no hiciera una sola crítica al jefe de la oposición ni al PP.

Era jueves, día de pleno parlamentario.
–Qué va usted a hacer ahora? –le pregunté al acabar la conferencia de prensa.
–Irme al pleno a trabajar, es un día cualquiera.
Se fue al pleno, se sentó en su sitio y logró de este modo impregnar de cotidianidad un hecho histórico. En apenas cinco semanas había resuelto tres asuntos que podía haber sacado adelante en dos legislaturas sin que nadie se lo reprochara(...)

* Nota mía: Es curioso que da las cifras de una encuesta sobre una simbólica "victoria" en un debate de Las Cortes pero no nos cuenta los resultados de las votaciones del Estatuto (uno de cada tres posibles votantes votó que Sí, la minoría se impuso. Vaya democracia....

(...)–Soy –me diría para explicarme cómo logra crear esa atmósfera– el presidente de la democracia que menos distancia ha marcado con sus subordinados. Soy poco jerárquico, lo que a veces puede parecer anárquico.

Nunca he echado a nadie una bronca, jamás. Cuando algo no me gusta, me callo. Esa es la máxima reacción de disgusto que me permito.

Es fundamental que la gente se encuentre bien, que sienta que reconoces su trabajo y sabes lo que hace. Me cuentan las cosas tres y cuatro veces, porque yo recibo información por vías muy distintas. Jamás le he dicho a un colaborador que ya sé lo que me quiere contar.
Cuando hace dos años ganó las elecciones, decíamos de él que era un enigma. Hoy, en muchos ambientes (también fuera de España), es un mito. Entre el enigma y el mito, oculto o protegido por ambos, cabalga un hombre de izquierdas, excepcionalmente dotado para la política (que no para el poder) y empeñado en cumplir el punto más importante de su programa electoral: no decepcionar a los votantes. A la hora de cerrar estás líneas, y según la última encuesta del instituto Opina, Zapatero sacaba 20 puntos de ventaja a Rajoy en valoración ciudadana. Y

una parte significativa de los votantes del PP aseguraba preferir que ganara el PSOE.

Pero Rajoy continuaba predicando el fin del mundo con una pasión que evidenciaba su deseo de que sucediera, pues sólo en un escenario apocalíptico podía germinar su mensaje. Continuará.

(*+Notas mías)

Por desgracia.

Y es lo que hay. Es increíble y delirante que nos quiera hacer comulgar con esas "ruedas" .Lo de todo por los ciudadanos no se lo cree ni él. Además, la crítica opinión de la mayoría de periódicos, tertulias radiofónicas, blogs etc que sulen darle leña por todos los sitios (como aparece reflejado en la entrevista) dice que no le afectan, Ni los abucheos que suele recibir cuando aparece en público, claro, ni los millones de personas que han salido a la calle protestando por su política, desde judíos, vascos exhiliados y extorsionados, catalanes con el español vetado para sus hijos, católicos en general, familiares de las víctimas en los incendios de Guadalajara, todas las asociaciones de víctimas del terrorismo, habidas y por haber. Este gobierno siempre estará dispuesto a salvar a los terroristas del mal camino despreciando a sus víctimas (el pasado) Para ellos no hay Memoria Histórica como la del abuelo de ETA-P. Todo el que esté en contra de este "Proceso de Paz" es que no quiere la misma y se le coloca a la altura de los asesinos etarras, (en la SER bien clarito lo dijo el Boris de turno y el argentino ese que no da ni asco, mientras Alvaro Vargas Llosa asentía con el culo dilatado. Por cierto, va a aparecer la segunda parte del"Manual del idiota hispanoamericano y español"A. Vargas Llosa, Carlos Alberto Montaner y otro. El primero es buenísimo, lástima que esté descatalogado). . . Eso no es paz es derrota, entrega

Claro, que en Euskadi, todavía no se ha resuelto el tema de sus muertos, porque los asesinos no han pagado por su crimen como debieran y los terroristas que quedan por atrapar no han mostrado ninguna actitud de arrepentimiento, perdón o petición de clemencia que es lo único a lo que tienen derecho. Ningún derecho más deben tener por el hecho de implantar el terror en la sociedad a base de asesinatos, secuestros, extorsión, intimidación política y civil. O es que hay que premiar a alguien por que cumpla con la ley. ¿Qué pasa, que el asesinar a más de ochocientas personas al final va a haber servido para algo? Quiero decir que el hecho de haber matado a tanta gente no puede concederles el derecho a negociar nada con el gobierno de una nación. Menos si afecta a toda una comunidad. Por reducción al absurdo, si hubieran provocado el doble de víctimas, tendrían el doble de razón para comenzar el "Proceso de paz" que ya solamente el nombrecito que le han dado tiene que repugnar a la inteligencia de cualquier individuo con más de ochenta de coeficiente intelectual.

En nombre de quién habla esta gentuza?¿Del pueblo vasco? Eso no es lo que reflejan los resultados electorales ¿Nos podríamos haber ahorrado todas esas muertes con un gesto como el que quiere emprender el gobierno? ¿Eso qué significa qué fueron los sucesivos gobiernos anteriores los que estaban equivocados en su estrategia y ETA la que tenía la razón?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu blog es uno de los mejores que conozco por una sencilla razón: tu existencia. Me parece genial que todavía queden personas como tú, que otorguen a la política ese estilo cómico por lo grotesco y lo alienado. A veces me recuerdas a un personaje del cómic español que siempre me había parecido una hipérbole de la derecha española, pero no: me has demostrado que no sólo puede ser real, sino que incluso se puede llegar a superar la ficción.

Sigue así, muchas veces envío un link con tu dirección a mis amigos para que también puedan observarte en tu entorno, creo que ellos también forman parte de tu club de fans.


No desfallezcas en tu empeño de conseguir una España libre de rojos, recta y unipensadora. Mientras yo seguiré viniendo a reir contigo un rato.

Anónimo dijo...

¡Qué agradable! luego te comento la jugada Anónimo, ahora no tengo tiempo.
Por cierto me encanto "El Lazarillo de Tormes"

Anónimo dijo...

Bueno pues no sé yo hago lo que puedo. A menudo me quedo con la cosa de que podía haber puesto más. Es casi una obligación

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