Antes de ponerme a largar de la pelicula/documental que aparece en el título, me gustaría introducir algunas ideas acerca de el imperio americano y de cómo es percibido fuera de sus fronteras. Me ha servido de mucha utilidad el libro "La obsesión antiamericana" de Jean-Françoise Revel. Algunos artículos de prensa que llevan una onda parecida como este
Parece ser que una superpotencia lo es, cuando es la primera en cuatro aspectos: Tecnológica, militar, económica y culturalmente, como es el caso de los EEUU. Esto hace recelar al resto del mundo que mira hacia el oeste con una mezcla de desprecio y envidia malsana. EEUU como todo el mundo parece saber es el súmmum del capitalismo salvaje y del neoliberalismo (nuevo termino para definir el liberalismo de toda la vida) más atroz y despiadado. Un sistema, en el que la riqueza de unos, es la causa de la pobreza de los otros. Un sistema, que hace que los ricos cada vez sean más ricos, y los pobres sean cada vez más pobres, además responsable de hacer concentrar la riqueza en menos manos y de extender la pobreza entre más gente. Por eso está así Norteamérica, llena de masas ingentes de proletarios pseudo-homeless y que subsisten gracias a los despojos que sueltan por allí las limusinas que pasan de vez en cuando. Allí en USA no hay SS (seguridad social) ni paro ni jubilaciones. Los únicos que tienen acceso a los médicos son los ricos y además, éstos son los únicos que pueden estudiar, porque las universidades americanas son privadas. Tienen un racismo tremendo, el KKK desfila por las calles a menudo, y todo el mundo va armado hasta los dientes buscando la mínima oportunidad de liarse a pegar tiros. Además todos los presidentes de EEUU son memos, practicamente analfabetos que encima son marionetas de las grandes compañías petroleras. Y luego está lo de la pena de muerte ¡Qué horror!
Esta es una idea aproximada de lo que nos están vendiendo los medios de comunicación, prensa, televisión, radios etc es lógico que se les tenga tanta tirria. Sin embargo hay que saber que la mayoría de los americanos están cubiertos por un sistema de seguros, cuyas primas equivalen a nuestra obligatoria SS. En cuanto a los más pobres están cubiertos por un programa MEDICAID y los ancianos por MEDICARE, financiados con dinero público. También hay que decir que la delincuencia y la criminalidad han disminuido progresivamente en EEUU mientras que ha ido subiendo en Europa. Recordemos el llamado "milagro de Nueva York", ciudad en la que Rudolph Giuliani, elegido alcalde en 1993, hizo disminuir en más de la mitad, la delincuencia y la criminalidad en cinco años. Por ejemplo en número de asesinatos pasamos de 2245 en 1990, a 633 en 1998. Por otro lado y por lamentable que sea, la venta oficial de armas a los particulares en América obliga a registrar el nombre del comprador, que debe pagar una licencia y dejar sus huellas dactilares, cosa que no ocurre en Europa, donde hay un enorme tráfico de armas y del que no consta ningún tipo de dato.
Por último, las cifras nos dicen que entre 1840 y 1924 llegaron a EEUU 35 millones de inmigrantes. Una cifra parecida al incremento de población entre 1991 y 2001 (llegando a 281 millones de personas) ¿Cómo es que el llamado "sueño americano" si es tan falso sigue atrayendo a tanta gente? ¿Cómo es que la peña no emigra desde EEUU a Nicaragua o a Turquía? Todo indica que el concepto que los americanos tienen de la diversidad cultural el melting pot famoso funciona mucho mejor que la formula integracionista de, por ejemplo, Francia, cuyos frutos hemos podido comprobar hace bien poquito en forma de incendio de miles de automóviles y la toma por la fuerza de extensas zonas urbanas al margen del control de la policía. Nadie niega los defectos del sistema americano ni sus agujeros negros (de lo peor que me he encontrado son los bombardeos a Japón seguidos de las bombas atómicas) pero no creo que Sudamérica, África o Asia les den lecciones de democracia. Europa, por otro lado, es la que ha parido las ideologías criminales que han arrasado el siglo XX y que ha tenido que ser salvada por esos yankis a los que tanto se desprecia. La balcanización yugoslava o la guerra de Afganistán en los ochenta es una prueba de todo ello.
Super size me (Agigántame) es un documental surgido tras la estela del celebérrimo Bowling for Columbine y que en esta ocasión pretende denunciar los abusos del gigante americano Mc Donalds.
Morgan Spurlock, que así se llama el responsable del documental, pretende averiguar si el gran problema de obesidad que padecen los EEUU ( 75% en adultos y 37% en adolescentes) es un problema de autocontrol por parte de los americanos o es producto de una super agresiva y sin escrúpulos, campaña de marketing del megaimperio de la comida basura Mc Donalds. Para ello además de intentar comprobar los efectos reales que causa la ingesta regular de este tipo de comida en su propio cuerpo (desayunando, comiendo y cenando durante treinta días seguidos en un burguer) se vale de cantidad de entrevistas a dietistas, endocrinos, profesores de gimnasio, responsables de comedores de colegio, empleados de Mac Donalds, clientes habituales… todo ello aderezado con unas cuantas estadísticas (sólo me fío de las que manipulo yo) dibujos animados, gráficos etc.
El documental se ve de un tirón entre otras cosas porque el protagonista es bastante simpático, inteligente y además lleva un bigote muy "cool". A todo el mundo le interesa esta película y a nadie puede dejar indiferente ¿quién no usa de vez en cuando un burguer, un telepizza o un Kentucky? El DVD viene repleto de extras, todos cojonudos (un museo de regalos del happy meal), sobre todo la entrevista con Eric Scholosser, autor del libro Fast Food Nation, en la que descubrimos que el hecho de conseguir un mismo sabor (de hamburguesas, patatas etc) en todo el mundo es lo que ha llevado a la decadencia a McDonalds. Joder! las patatas en Alemania, no pueden saber igual que en Colombia o Washington si se cocinaran de forma natural. Parece exagerado denunciar a estos emporios cuando el problema parece recaer en el abuso de los consumidores aunque pienso que si por el hecho de comer todos lo días en McDonalds se desarrollara alguna patología chunga en el organismo, McDonalds tendría una parte de responsabilidad a no ser que anunciara que no se puede comer a diario en el burguer porque es peligroso y lo pusiera dentro del local con grandes carteles. Es tontería ponerme a contar la película, lo mejor es que salgáis ahora mismo al Mc Auto más cercano, os pilléis el menú más tocho que haya y después os paséis por el Blockbuster y alquiléis esta fantástica película para verla en casa mientras devoráis el cuarto de libra con queso.
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