Uno de refranes

A los refranes no hay que hacerles mucho caso porque todo refrán tiene su contrario. De todos modos voy a poner estos por aquí porque me han hecho mucha gracia y porque ayudan a expresar mejor el pensamiento de una forma rápida y sin tener que enrollarse mucho, dejando una buena impresión (de sabiduría popular) en el oyente:

A la vejez, aladares de pez.
A padre guardador, hijo gastador.
A pan duro, diente agudo.
A quien Dios no le dio hijos, el diablo le dio sobrinos.
Al gallo que canta, le aprietan la garganta.
Al que no está hecho a bragas, las costuras le hacen llagas.
Amigo reconciliado, enemigo doblado.
Amistad de yerno, sol en invierno.
Amor trompetero, cuantas veo, tantas quiero.
Antes que te cases, mira lo que haces.
Cada cosa en su tiempo y los nabos en adviento.
Cada uno quiere llevar el agua a su molino y dejar en seco el del vecino
Clérigo viajero, ni mísero, ni misero.
El consejo de la mujer es poco y el que no lo toma, un loco.
Cuando Marzo mayea, Mayo marcea.
De casta le viene al galgo, el ser rabilargo.
De dinero y bondad, quita siempre la mitad.
El deseo, hace hermoso lo feo.
Dos dueños de una bolsa, el uno canta y el otro llora.
En esta vida caduca, el que no trabaja, no manduca
Entre padres y hermanos, no metas las manos.
Guárdate de hombre que no habla y de can que no ladra.
Hágase el milagro y hágalo el diablo.
Lo poco agrada y lo mucho enfada.
Más vale a quien Dios ayuda, que quien mucho madruga.
Matrimonio y mortaja, del cielo baja.
El melón y el casamiento han de ser acertamiento.
Muera Marta y muera harta.
No hay atajo sin trabajo.
Por el interés, lo más feo, hermoso es.
Quien habla lo que no debe, oye lo que no quiere.
El tiempo cura al enfermo, que no el ungüento.
Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero.
Una buena capa, todo lo tapa.
Las verdades de Perogrullo, que a la mano cerrada llamaba puño.
La viuda rica con un ojo llora y con otro repica.