Más alto se puede decir....
(...) Entre el reproche del TS la agitación de Azores, se deshizo el bluff Zapatero, la historia de un carisma construido sobre la nada. Una nada hecha de la sorpresa electoral alentada por un atentado, del miedo a las consecuencias de los compromisos internacionales antiterroristas, del odio al PP y del marketing de la frivolidad.
Circunstancias extraordinarias como la del 11-M pueden llevar al poder a un político endeble, soberbio y manipulador como Zapatero. Y luego ocurre lo inevitable, que un partido y unos intelectuales que saben de la temeridad y del error de sus políticas siguen y jalean al poderoso y convierten la equivocación de un individuo en una equivocación de Estado.
Apenas sabía de terrorismo y llegó al Gobierno en un país donde el terrorismo es uno de los ejes de la política del Estado. No creía en la política de la persecución policial y judicial y firmó una ley de partidos cuando barruntó que así conectaba con la mayoría de la opinión pública. No cree en la política de transparencia que predica su aparato de marketing y ha construido un proceso de negociación con ETA basado en el ocultamiento y la manipulación. No cree en la consistencia de los principios de resistencia democrática frente al chantaje y ha imaginado que los españoles admitirían todos los precios, incluso sus mentiras, a cambio de seguridad.
Cedió al chantaje de la mesa de partidos, al de De Juana, al de Otegi. Y aún se sentía invulnerable para ceder al de ANV, con la apelación a la ley como tapadera. Pero el Supremo no está dispuesto a hacer de tapadera. Y la sociedad española ya sabe que él y no la supuesta rigidez de la ley es el único responsable de la vuelta de ETA a las instituciones.
Edurne Uriarte
ABC
(...) Entre el reproche del TS la agitación de Azores, se deshizo el bluff Zapatero, la historia de un carisma construido sobre la nada. Una nada hecha de la sorpresa electoral alentada por un atentado, del miedo a las consecuencias de los compromisos internacionales antiterroristas, del odio al PP y del marketing de la frivolidad.
Circunstancias extraordinarias como la del 11-M pueden llevar al poder a un político endeble, soberbio y manipulador como Zapatero. Y luego ocurre lo inevitable, que un partido y unos intelectuales que saben de la temeridad y del error de sus políticas siguen y jalean al poderoso y convierten la equivocación de un individuo en una equivocación de Estado.
Apenas sabía de terrorismo y llegó al Gobierno en un país donde el terrorismo es uno de los ejes de la política del Estado. No creía en la política de la persecución policial y judicial y firmó una ley de partidos cuando barruntó que así conectaba con la mayoría de la opinión pública. No cree en la política de transparencia que predica su aparato de marketing y ha construido un proceso de negociación con ETA basado en el ocultamiento y la manipulación. No cree en la consistencia de los principios de resistencia democrática frente al chantaje y ha imaginado que los españoles admitirían todos los precios, incluso sus mentiras, a cambio de seguridad.
Cedió al chantaje de la mesa de partidos, al de De Juana, al de Otegi. Y aún se sentía invulnerable para ceder al de ANV, con la apelación a la ley como tapadera. Pero el Supremo no está dispuesto a hacer de tapadera. Y la sociedad española ya sabe que él y no la supuesta rigidez de la ley es el único responsable de la vuelta de ETA a las instituciones.
Edurne Uriarte
ABC
No hay comentarios:
Publicar un comentario